Cuidados del arbusto Phlomis chrysophylla o Salvia de Jerusalén |
|
El género Phlomis, familia de las Lamiaceae, lo componen unas 100 especies de arbustos y plantas herbáceas nativas de Asia y del Mediterráneo (Sur de Europa y Norte de África). Algunas especies de este género son: Phlomis chrysophylla, Phlomis purpurea, Phlomis fruticosa, Phlomis italica, Phlomis russeliana, Phlomis lycia, Phlomis samia, Phlomis lanata, Phlomis lychnitis, Phlomis maroccana, Phlomis cypria, Phlomis viscosa. Como otras especies de Phlomis recibe el nombre vulgar de Salvia de Jerusalén. Esta especie se distribuye por la cuenca mediterránea y Asia central. La Phlomis chrysophylla es un arbusto leñoso en su base y de porte compacto que puede alcanzar 1 metro de altura y anchura. Su follaje está formado por hojas basales más grandes y otras hojas situadas en la parte superior de la planta que se asemejan a las de la Salvia officinalis; los dos tipos de hojas tienen una textura aterciopelada. Las flores son amarillas y aparecen en grupos axilares. Florece durante la primavera. Se puede utilizar en rocallas, en pendientes secas y soleadas, en jardines de bajo mantenimiento y en grupos arbustivos con otras Phlomis y Salvias. La Salvia de Jerusalén prefiere una exposición de pleno sol y un clima cálido como el mediterráneo. Tiene cierta resistencia a las heladas pero es mejor que no las sufra. Puede prosperar en cualquier suelo bien drenado ya sea rocoso, alcalino, pobre o arenoso. Es una planta de fácil cultivo y gran resistencia a la sequía que sólo requiere de algún riego ocasional en verano. No necesita abono. La Salvia de Jerusalén acepta alguna ligera poda tras la floración para darle un aspecto más compacto. La Phlomis chrysophylla no suele presentar importantes problemas de plagas y enfermedades. Se propaga a partir de semillas sembradas en primavera en un semillero con sustrato arenoso y poco húmedo. |
Fotos del arbusto Phlomis chrysophylla o Salvia de Jerusalén |