Cuidados de la planta suculenta Euphorbia flanaganii o Cabeza de Medusa |
Incluido en la familia de las Euphorbiaceae se halla el género Euphorbia formado por unas 2.000 especies de plantas suculentas, árboles, arbustos y plantas herbáceas distribuidas por casi todos los continentes. Se conoce también por los nombres vulgares de Cabeza de Medusa y Planta Medusa. Esta especie procede del sur del continente africano. Son curiosas plantas suculentas que por su aspecto recuerdan a la cabeza de la mitológica Medusa. Poseen un tallo central corto que almacena agua del cual surgen ondulantes tallos con pequeñísimas hojas lanceoladas que no duran mucho tiempo en la planta. Las flores (no siempre florecen) son muy pequeñas y de un bonito color amarillo brillante. Florecen en primavera. Dado su porte y tamaño suelen emplearse en macetas colgantes y en interiores bien iluminados. Si el clima es propicio pueden cultivarse en rocallas o colgando de muros. La Cabeza de Medusa precisa de una exposición luminosa sin recibir los rayos del sol en las horas centrales del día. Hay que protegerlas del frío y las heladas pero resisten bien la sequedad ambiental. Como suelo puede servir un preparado comercial para cactus y suculentas. Se trasplantan en primavera si las raíces asoman bajo la maceta. Regar de forma moderada por la base de la maceta siempre esperando a que se haya secado la tierra. En invierno se eliminan los riegos pues la planta entra en reposo. En primavera y verano agradecen ligeros abonados a base de fertilizante mineral para cactus cada 3 semanas. La Cabeza de Medusa no necesita poda a no ser que se quieran eliminar tallos secos o dañados. El peor enemigo de la Planta Medusa es el exceso de humedad que provoca podredumbra del cuello. La Cabeza de Medusa puede propagarse mediante esquejes de tallo realizadas en primavera o en verano. Es importante protegerse las manos del látex irritante de estas plantas. |
Fotos de la planta suculenta Euphorbia flanaganii o Cabeza de Medusa |