Estos insectos miden 1,5 cm de largo y presentan unas características pinzas al final de su abdomen que son para doblar y desdoblar las alas, no para atacar ni picar (sólo las levantan para defenderse y asustar a su atacante).
Se alimentan de las flores y de los capullos de plantas como claveles, cinerarias, gerberas, dalias, rosales e incluso el césped.
Como son animales nocturnos no es fácil localizarlos pero suelen esconderse bajo las macetas, en la corteza de los árboles o donde haya restos de plantas.
Debemos evitar almacenar restos vegetales que sean susceptibles de ofrecer refugio a estos insectos. Es posible preparar "trampas" para localizarlos colocando macetas invertidas cerca de las plantas afectadas; una vez que las tijeretas se instalan en esos "refugios-trampa" podemos eliminarlas a mano o aplicar insecticida.