Es una de las plagas más peligrosas para las plantas de interior y de exterior.
A diferencia de la Cochinilla plana se protegen con una especie de polvillo algodonoso. Las especies más habituales en los jardines miden 3-4 mm, son de color blanco y de forma oval con bordes que parecen pequeñas patas.
Estos animales se alimentan de la savia de las plantas por lo que, al reproducirse en gran número, pueden acabar con la planta.
También producen una sustancia azucarada sobre la que prospera el hongo conocido como Tizne o Negrilla, que si no se controla puede hasta dificultar la fotosíntesis.
Las plantas que son más atacadas por las cochinillas blancas son: rododendros, viburnos, laureles, claveles, azaleas, amarilis, begonias, cóleos, cactus, camelias, esparragueras, así como las plantas de tallos carnosos o grandes hojas que se cultivan en lugares húmedos y cálidos.
Cuando veamos que hay pocos ejemplares se pueden eliminar con un palillo mojado en alcohol metílico.