Eriogonum giganteum o Alforfón gigante

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Cuidados del arbusto Eriogonum giganteum o Alforfón gigante

En la familia de las Polygonaceae se encuadra el género Eriogonum compuesto por unas 250 especies de plantas con flores originarias de América del Norte. Algunas especies son: Eriogonum giganteum, Eriogonum wrightii, Eriogonum hirtellum, Eriogonum ursinum, Eriogonum compositum.

Recibe los nombres vulgares de Alforfón gigante y Encaje de Santa Catalina. Esta especie es nativa de California.

Son arbustos perennifolios de crecimiento rápido y porte redondeado que pueden alcanzar los 3 metros de altura y anchura aunque lo habitual es que midan 1,5 metros. Presentan hojas ovaladas, grisáceas, de textura lanosa y coriácea. Producen cimas florales ramificadas con pequeñas flores blancas o rosadas que se vuelven marrón rojizas con el tiempo. Pueden florecer desde mediados de primavera a principios de otoño.

Estas plantas de fácil cultivo se suelen utilizar en taludes secos y en grupos arbustivos con Ceanothus, Heucheras, Salvias y Yucas. Son ideales para jardines costeros mediterráneos y climas con veranos muy cálidos.

El Alforfón gigante prefiere una exposición de pleno sol y altas temperaturas. Son capaces de resistir alguna helada ligera y ocasional (hasta -5 ºC).

El suelo debería drenar muy bien siendo capaces de prosperar en suelos arcillosos (con buen drenaje), pedregosos, arenosos y pobres.

Regar de forma moderada hasta que estén establecidos; entonces pueden mantenerse con las escasas lluvias del clima mediterráneo. Tienen muy buena resistencia a la sequía.

No serán necesarios los abonos.

Conviene podar las inflorescencias marchitas e ir despuntando los hijuelos para darles un porte más compacto.

Son plantas muy resistentes a las habituales plagas y enfermedades.

Suelen propagarse a partir de semillas sembradas en primavera.