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Cuidados de la planta de interior Columnea o Carpa dorada

Más de 150 especies de arbustos epífitos forman el género Columnea, de la familia de las Gesneriaceae. Son originarias de las selvas de Centroamérica. Algunas especies son: Columnea microphylla, Columnea hirta, Columnea kewensis, Columnea gloriosa, Columnea schiediana, Columnea aurantica; existen muchas variedades e híbridos.

Aunque las Columneas que se venden en tiendas de plantas suelen ser de porte colgante también hay especies trepadoras (Columnea hirsuta) y rastreras. Presentan largos tallos con hojas opuestas perennes y de forma más o menos redondeada. Las vistosas flores (rojas, naranjas o púrpuras) se presentan en las axilas de las hojas y tienen forma tubular. Suelen florecer en otoño si bien es posible que lo hagan también en invierno.

Lo más habitual es utilizarlas como plantas de interior en recipientes colgantes, grandes y planos.

La Columnea necesita una exposición muy iluminada pero sin recibir directamente los rayos del sol. La temperatura no debería descender de los 10 ºC siendo la ideal la situada entre 15-18 ºC.

El suelo puede ser una mezcla de tierra margosa con turba. En caso de trasplante se debe hacer una vez haya finalizado la floración.

Los riegos deberán ser frecuentes y con agua tibia sin cal. En invierno regar con un vaso de agua 2 veces por semana. Es muy importante que la humedad ambiental sea alta para lo cual podemos meter la maceta en otro recipiente en el que pondremos piedras mojadas o turba muy húmeda.

Durante verano y otoño abonar con fertilizante mineral sin calcio cada 30 días.

Basta con podar las ramas viejas o secas después de la floración.

Son plantas bastante resistentes a plagas y enfermedades pero pueden ser atacadas por pulgones. También pueden perder hojas si reciben corrientes de aire.

Se pueden propagar por esquejes de la punta del tallo tras la floración y puestos a enraizar en arena y cubiertos con vidrio o plástico.

Fotos de la planta de interior Columnea o Carpa dorada